Los intelectuales inquietos vivían una experiencia de confusión, malestar y hasta de fracaso pero Descartes vive esta crisis con especial intensidad como cuenta en el Discurso del Método.
Descartes fue educado en el prestigioso colegio de La Flèche donde había recibido una educación basada en el saber escolástico.La escolástica era todavía la doctrina oficial de las escuelas o universidades de la época. Engloba un conjunto de filosofías ligadas al cristianismo que consistían básicamente en la aplicación de la lógica aristotélica a problemas teológicos. Pero este saber dejaba a Descartes un mal sabor de boca pues había resultado ser un edificio en ruinas en el que se acumulaban opiniones tomadas como verdades, apoyadas en un criterio de verdad basado en la autoridad. Con respecto a la filosofía de su tiempo llegaba a decir Descartes: "No podría imaginarse algo tan extraño y poco comprensible que no haya sido afirmado por alguno de los filósofos".
