lunes, 17 de marzo de 2014

contexto histórico, cultural y filosófico de Nietzsche.

contexto histórico-cultural:
  Nietzsche vivió en el siglo de las revoluciones. las raíces de esta agitación se encuentran en la época anterior. La principal consecuencia a nivel social es la formación y progresiva consolidación de las sociedades industriales capitalistas divididas en clases sociales: la clase de propietarios de los medios de producción, la clase de los que sólo poseen su fuerza de trabajo y ,entre ambas, la clases medias surgidas del desarrollo del sector terciario.
El siglo comienza con dos hechos que sacuden toda Europa: la revolución francesa y las conquistas napoleónicas. pero el Congreso de Viena supuso el triunfo de la restauración y la reconstrucción del mapa de Europa. pero las cosas no vuelven a ser como antes y el equilibrio no se restablece. En Francia se producen a lo largo del siglo una serio de revoluciones (1830, 1848, 1871) que van a cambiar el panorama político europeo. Al mismo tiempo, otro movimiento recorre el continente, el nacionalismo.
Los movimientos culturales más importantes del siglo XIX son el Romanticismo que se inicia en Alemania y luego se difunde por el resto de Europa en la primera mitad del siglo. Es un movimiento multiforme, caracterizado por la exaltación del sentimiento, la intuición y la imaginación como vías de acceso a la realidad. Pero el Romanticismo se agota en la segunda mitad del siglo y le sucede el Realismo.
Contexto filosófico:
Desde un punto de vista filosófico, el siglo XIX significa el fin de los grandes sistemas y el surgimiento de una pluralidad de movimientos filosóficos de muy distinto signo que rechazan la concepción sistemática y especulativa de la filosofía.
Entre los críticos más acérrimos de los idealistas alemanes está Arthur Schopenhauer, Nietzsche discrepa con él porque no comparte su pesimismo, su condena de la vida por su carácter agonístico y doloroso, que le lleva a incurrir en una forma de nihilismo.
Un movimiento filosófico que triunfa en el siglo XIX, en oposición también al idealismo, es el positivismo. A finales del siglo XIX y principios del XX surge el vitalismo, una corriente contraria tanto al idealismo como al positivismo, donde podemos incluir a Nietzsche. Los autores que se incluyen en este movimiento tienen en común la reivindicación de la vida como la realidad primera y radical a la que todo lo demás debe subordinarse.
merece comentario aparte el rechazo de NIetzsche hacia el marxismo y todo lo relacionado con el movimiento obrero. Coincide con Marx en la visión materialista del mundo o la denuncia de elementos alienantes de la sociedad capitalista. Sin embargo, pesa mucho más en Nietzsche su animadversión hacia cualquier teoría que subordine la capacidad creadora del individuo a otras instancias supuestamente superiores como la igualdad, la felicidad colectiva op el Estado.
Fuentes: apuntes de clase del profesor Miguel Olmo.

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